viernes, 19 de junio de 2009

el olvido merece ser recordado

Todavía creo recordarme, acodado a aquella metálica barra. El esofago me revalsaba de slivovitz y cigarrillos importados.
Afuera, el Adriático, marcaba el compas de la maréa, como quien tose para demostrar presencia.
Cerdos croatas, malditos y cerdos croatas, pareciera que todavia escucho sus risas, como diciendo, "pobre infeliz, no sabe donde se está metiendo". Si existiese un mapa de la prostitución, de fidelidad indiscutible (no como esos que venden cerca de montenegro, definitivamente la cartografía no está emparentada con ese pueblo, quizas el baloncesto o el futbol, pero no la catografía), yo no estaría escribiendo esto, ni ud sometido a leerlo (por si no lo sabe, lo sometí).
Era tarde ya, y las buenas señoritas se iban con los marineros mas pudientes, solo quedaban un puñado de caritas de angel, y un grupo de hombres fornidos bastante bien depilados para mi gusto. Si mi padre me hubiese instruido en el mundo del futbol, podría jurar que uno fue ex estrella de Deportivo Barranquilla, sobre todo por su corta estatura y esas piernas fornidas (bellas piernas, cortas, fornidas y bellas). Daria la sensacion de ser defensor, de la escuela de los carrileros. En fin, esa es otra historia, lo que quiero contarle, es el momento donde la conococi.
¿recordé descibirle el ambiente?. Las luces parpadeaban, (¿o acaso era yo?) es probable que estemos lejos de la unica central electrica de la zona, las meceras eran adorables y puras, los meseros eran fornidos bosnios, que sabian de guerras y amores.
¿Acaso estaba alcoholizado? el slivovitz, es por sobre todas las cosas traicionero. Traté de enfocar su lontana cara, lamentablemente adam, el fugitivo ingles, gesticulaba mucho y cada dos palabras tapabale la cara, que era hasta el momento lo unico que le podía ver. Conjeturando, hacerca de la señorita en cuestion, podría decir que no mide mas de un metro cincuenta, en la infancia y en momentos dificiles de la familia habrá hecho trabajos forzados, por que no es de la clase que llamamos "menudita"...es bella en su estática postura, menos sus dedos indices y anular que golpean la comisura opuesta a la del cigarrillo. Arriesgaría que está nerviosa o anciosa, creo que me desea, tanto como yo la deseo. Seriamos carne y pecado solo por hoy, mañana yo debería seguir como sea mi viaje, espero no toparme mas con croatas.
De repente, cuatro borrachos cantan, pasaron aproximadamente dos vueltas de la aguja pequeña, desde que tomé mi primer vaso, y envalentonado, por una fuerza que nació desde mi colon hasta un poco abajo de la garganta, un poder que solamente dan dos cosas, el alcohol serbio y la cocaina del oeste de europa, me paro de pie (o al menos la intención estuvo) y me dirijo hacia ella, con sorpresa encuentro que el metro cincuenta se convirto mas bien en unos....cuarenta centimetros mas de lo estimado. Maravillado, por semejante epifanía fisica, retuve la mirada en su menton amplio y ahuecado llegando al centro, ese era el punto maximo a donde llegaba mi torpe vista, ademas nunca fui una persona alta, ni fornida.
Su tez, de porcelana. Los ojos con hastio y lujúria se entrecerraban, entregandome mirada leonina, y su boca....su boca, meneaba cigarro medio consumido lo cual hacía ese rojo vicio mas tentador e hipnotico.
Lo siguiente sería de poco caballero descibirlo. Y luego de mi encuentro con los croatas perdí casi todo (¡estupidos ebrios, olvidaron revisar mi zapato!) menos la caballerozidad.

Lo malo de la mañana es que devela las verdades, sin el concentimiento de uno.
Ahi estaba, despatarrado ocupando casi toda la cama, el de la derecha que apoya la cabeza en la mesita de luz soy yo. El ventilador acumulaba una espeza capa de grasa, eso no es lo peor, si no que parece pronto a caerse...espero sobre mi, aunque nunca fui afortunado.

La belleza es algo tan subjetivo... mas que subjetivo, diría ocasional. Creo atinarle con este termino; la belleza es ocasional, y ayer no fue una buena ocasion para con la belleza.

lunes, 15 de junio de 2009

Reminiscencias terricolas.

Todavia creo recordarla, azul, radiante y radiactiva.
Creo guardar su mejor recuerdo,
aislada
explosiva,
cabizbaja.
Tan repleta de santos e hijos de puta.
aislados, explosivos y cabizbajos.